lunes, 15 de octubre de 2012

Jorge Lavandero: “Voy a limpiar mi nombre”


Jorge Lavandero Illanes (80), es considerado uno de los políticos de mayor trayectoria del país. Cuatro veces elegido diputado y otras cuatro senador, director del diario Fortín Mapochoy uno de los máximos dirigentes del Proden, organización que convocó a las grandes protestas en los años ’80 en contra de la dictadura, también se destacó en su lucha por la dignidad de Chile, donde reivindicó la necesidad de renacionalizar el cobre y cobrar impuestos a las transnacionales de la minería que gozan de un paraíso tributario en este país.
En los últimos años, antes de que se le acusara y fuera condenado por abusos deshonestos en contra de menores, había rechazado un acuerdo con la Minera Barrick Gold para validar el proyecto de Pascua Lama, y denunció el lado oscuro de ese Tratado Minero con Argentina, que restó soberanía en un amplio espacio de territorio en la Cordillera, cediéndole el control a las transnacionales. Eso, según asegura, le costó ser objeto de odio por parte de los intereses económicos y también de los políticos que están al servicio de los dueños del dinero.
En esta entrevista cuenta su verdad y señala las razones por las cuales quisieron callarlo. También esgrime algunas de las pruebas que tendría para demostrar que todo fue un complot. La totalidad de sus argumentos saldrán a la luz pública en su nuevo libro, Autobiografía Desde la Cárcel, de cómo fui víctima de un Complot y montaje político, judicial y comunicacional para silenciarme, que lanzó el 9 de junio, bajo el sello “Ediciones Radio Universidad de Chile”.
-¿Usted afirma que es inocente de abusos contra menores?
-Es decir, no solamente mis palabras sino mi vida, piense usted que todo el mundo me conoce en mi región, desde muy joven y nunca había tenido ni una tacha. Jamás, ni siquiera por curado, por cierto, si alguien pudo decir algo, es que yo era mujeriego y, a lo mejor, en eso pudo tener razón, pero que se me haya dado vuelta el paraguas, yo no creo que a los 75 años a nadie se le de vuelta el paraguas. Tengo una vida completa en que nunca tuve ninguna tacha, de ninguna especie, y ahí está mi hoja de vida.
Por lo demás, lo afirmó la propia Corte Suprema cuando dijo que el senador Lavandero “nunca antes de ahora” -en ese momento-, “había tenido denuncia de ninguna especie”.
-¿Usted está seguro que no le gustan los hombres, bajo ningún punto de vista?
-No se ha escuchado decir que me gusten los hombres, nunca.
-¿Y las niñas?
-Bueno, yo creo que cuando son mayorcitas… yo creo que ningún hombre le hace el quite, a menos que sea maricón, pero yo tenía mi pareja. Entonces, ¿por qué tenía que…? ¡Y una pareja bastante activa, conmigo, me acompañaba a todas partes! …Y actualmente es mi señora, tengo dos hijas con ella, de tal manera que todo lo que se pueda decir, está demostrado con los hechos.
-¿Qué edad tenía su esposa cuando empezó a andar con usted?
-Ella tenía 19 años.
-¿Le gustan las mujeres jóvenes?
-Yo diría que intelectualmente Natalia es una mujer excepcional. Es buena moza, no tiene nada que ver solamente con que sea joven sino que ella me acompañó en todas las campañas del cobre, me acompañaba cuando íbamos a las universidades y ahí descubrí que ella me quería porque las universitarias muchas veces me pedían el teléfono después de las conferencias y ella en vez de darles el mío les daba el de ella… No dejaba que ninguna mujer se me acercara.
-¿Por qué fue condenado? ¿Cómo explica que se haya acogido a un juicio abreviado? De eso se deduce que asume su culpabilidad.
-El fiscal Armendariz no tenía pruebas. Uno de sus testigos, Jaime Insunza Pazmiño (ver documentos adjuntos al final), dice en una declaración jurada que el fiscal le pagó para declarar y por esa misma razón el fiscal no podía llevar el juicio oral, sino que tenía que ir a un juicio abreviado, donde era la única manera que me pudiera condenar donde no se necesitaban pruebas, no obstante que a todo el país le había afirmado, mediante la campaña mediática, que tenía todas las pruebas.
Sin embargo no fue capaz de ir al juicio oral sino que fue a uno abreviado con un acuerdo en contra de mi voluntad, a mis espaldas, presionando al abogado Matías Balmaceda -su defensor- para que aceptase el acuerdo. Y, lo que es más insólito todavía, que es intrínseco para que exista un juicio abreviado, que haya un acuerdo entre el imputado y el fiscal, y eso yo lo rechacé. Y es más, ese acuerdo al que llegó Armendáriz con Balmaceda lo apeló el mismo fiscal, o sea desconoció su propio acuerdo. Miremos las cosas jurídicamente, no hubo juicio oral…
-Otro argumento suyo afirma que hubo tres fiscales que investigaron, seis meses antes, las acusaciones que se le hacían de abusos sexuales en contra de menores de edad. ¿Cuál fue la conclusión de ellos?
-El fiscal Díaz y otros dos, investigaron este asunto y llegaron con la declaración que hizo la persona de que yo había abusado de su hija. La niña -Ivonne-, que no vivía con su madre (Gilda), sino que a cerca de 100 kilómetros, dijo: “Apenas lo conozco y nunca el senador Lavandero me ha tocado”. Entonces no les quedaba otra cosa que cerrar el caso, pero con la designación de este fiscal (Armendáriz) para llevar adelante este juicio, tuvieron que echar a cuatro fiscales, incluyendo a la fiscal regional, doña Esmirna Vidal, que habían llegado a la conclusión que era inocente para poder iniciar este juicio.
Armendáriz fue empujado desde una posición netamente política, desde los más altos niveles del Gobierno (hace referencia al ex Ministro Huenchumilla y al ex presidente Lagos), para que se designase otro fiscal… es lo mismo que si una persona es juzgada por un juez y es declarado inocente, echen al juez hasta que logren encontrar uno que lo declare culpable, eso sucedió conmigo.
-Usted dice que Jaime Insunza Pazmiño (hoy de 25 años) fue llamado y pagado por el fiscal Armendáriz, para atestiguar que habría sido tocado cuando era menor de edad por usted. Él iba a mentir, en definitiva ¿Por qué debemos creerle ahora?
-Ese es un solo hecho, no dos, un solo hecho en que él afirma que el fiscal Armendáriz le pagó a él y a todos los niños para que declararan en mi contra.
-Pero él estaría dispuesto a declarar en su contra a cambio de un pago en ese caso.
-Eso es lo que está diciendo el documento firmado ante notario.
-Es decir, esta persona que había aceptado un pago nunca llegó a declarar
-No solamente eso, no llegó a declarar sino que en la formalización nada más. Pero no nos salgamos del contexto de la pregunta, dije antes que no tuve un juicio oral, pero el otro juicio, el abreviado que fue contra mi voluntad, mediante un acuerdo entre Armendáriz y Balmaceda, el fiscal lo desconoció al apelar. O sea, desconoció su propio acuerdo y sin acuerdo no hay juicio abreviado. O sea, tampoco tuve juicio abreviado: Tuve sólo una sentencia condenatoria.
-Eso ya lo habríamos aclarado, pero eso precisamente llama la atención. Porque, si es tan claro que nunca se debió haber llegado al juicio abreviado, jurídicamente ¿Por qué el juicio nunca se anuló?
-No solamente soy yo el que lo está diciendo, este juicio fue estudiado por diversas universidades -se refiere a Uniacc, un abogado de la UC y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano- y todas concluyeron que era una aberración jurídica. Aquí no hay duda de que la juez (Georgina Gutiérrez), o cometió errores, o lo que es más conducente, prevaricó en un acuerdo con el fiscal. Y éste utilizó pruebas falsas, como está determinado por las declaraciones de estos niños ante notario -sólo conocemos de un documento que afirma esto- y que jamás las desmintió.
Por el contrario, el señor Schilling en su momento, un fiscal vocero del señor Armendáriz, dijo públicamente frente a estas declaraciones, que iban a estudiar una querella y nunca se presentó, en contra de este niño que afirmó que Armendáriz le pagó. ¿Qué cosa más grave puede existir que la persona con la que se me formalizó a mí, el señor Insunza Pazmiño, haya dicho que fue pagado por Armendáriz?
-Y si todos estos elementos están tan claros ¿Por qué no se ha anulado el juicio?
-¡Pregúnteselo usted, yo tampoco lo entiendo! ¡Nadie lo entiende! ¿Quién puede entender esto? Que ni siquiera haya contestado, haya desmentido, se haya querellado. ¿Qué razonamiento puedo hacerle yo del pensamiento de Armendáriz? Esto tiene que contestarlo él, no yo, que le pagó a este niño que lo afirma públicamente. Y además, que le pagó a todos los niños, pero hay otras declaraciones ante notario sobre los procedimientos, por eso Armendáriz no es confiable para llevar adelante ningún juicio.
-Voy a tocar un último punto con respecto a la prueba que usted ha descalificado en los medios, que habría usado el fiscal Armendáriz. ¿Usted asegura que fueron un montaje las imágenes de canal 13, del programa Contacto?
-Yo quiero señalar que estuvieron más de dos años, y de eso hay constancia, más de dos años filmando y no encontraron nada y tuvieron que llamar a una de las niñas, y de eso también hay constancia. Se reunieron en un restaurante, en Temuco, la prepararon y, cuando yo venía de Santiago, del Senado, un día viernes, me llamaron por teléfono los tres, para que pudiera recibir a esta niña que me iba a entregar una muñeca fabricada por sus manos, pocos días antes de pascua.
-Cuando habla de los tres ¿A quién se refiere?
-Gilda (la madre), Sutherland (el periodista de Canal 13) y la Ivonne (la niña).
-¿Cómo sabe que Sutherland estaba ahí?
-Por investigaciones, que además quedaron constancia por los llamados telefónicos. Es curioso ese aspecto también…, pero nos enredamos mucho en la… porque saltamos de un punto a otro se va a enredar, yo le tendría que decir… darle una explicación larga de eso.
-Adelante
-Por ejemplo, que se pidieron todas las grabaciones de las llamadas a la empresa telefónica y resulta que el 99,9% de las llamadas provenían de estos niños y el 0,1% eran mías, en contestación de alguna de las de ellos. Pero además, Armendáriz dijo que todos estos delitos se habían cometido sin hora ni día, sino que los fines de semana. Y resulta que yo ningún día, esos años, estuve los fines de semana en mi casa en Metenco, porque estaba lanzando mis libros y dando conferencias en distintos puntos del país. Y había constancia de eso en las fechas de mis viajes que quedaron anotados en LAN.
De tal manera que cuando Armendáriz decía que yo estaba abusando de estos niños los fines de semana eso también es falso. Todos estos hechos de las llamadas telefónicas y de los viajes acreditan y respaldan lo que estoy señalando. Me llamaron por teléfono y el fiscal dijo que me llamaron como a las 11 y eso es falso, porque en los cruces de llamadas de la telefónica aparece llamándome ella a las 12:38 minutos, y ahí llega a la parcela -se refiere a la niña que se ve en el video- y se produce el encuentro, y se va a las 3 de la tarde.
-Bueno, hay unas imágenes que muestran que usted le da unas nalgadas a la niña
-Bueno yo pude darle las nalgadas a la niña, y usted comprende que cuántos futbolistas estarían en la cárcel cuando un compañero le da una palmada en el trasero por un gol, es un gesto amistoso, de tal manera que eso no tiene absolutamente nada… Pero hasta eso lo montaron, preparando esta reunión y enviando a esta niña. O sea son cómplices, si yo soy abusador, ellos son cómplices, porque enviaron a una niña para que yo presuntamente la abusara y ellos pudieran filmar.
Sin embargo, aparezco dándole una palmada y una persona de allá, de Temuco, de apellido Albornoz, giró la imagen de esta niña a la que supuestamente le doy un palmada, mirada desde costado, la mano está a 40 centímetros del trasero y va hacia el hombro.
-Sí, pero cuando uno ve las imágenes se mueve incluso el vestido, y no es una nalgada sino varias, y los pies siguen avanzando en la misma dirección. O sea, pareciera que efectivamente
-¡Por cierto que va caminando y va vestida! Entonces, si toman de atrás no se nota la distancia, pero en fin, el vestido se mueve porque va caminando, pero da lo mismo, si el problema es otro, el problema es que fue un montaje. Un montaje, porque envían a la niña, la de la imagen, porque la niña me pide pasar por ahí y están filmando, eso es un montaje, más allá de que hubiesen editado la imagen, que la editaron, y tal es así que cuando desde el juicio se les pidió los originales, Canal 13 dijo que se habían borrado, para poder acreditar lo que le estoy señalando. Y piense usted la gravedad de lo que estoy diciendo, que hayan borrado una prueba.
-Una última cosa al respecto, don Jorge, usted fue investigado por organismos de seguridad de la dictadura, cuando era director del Fortín Mapocho. Ha señalado que si hubiese sido culpable de estas cosas, habrían salido a la luz mucho antes si hubiesen sido verdad.
-Ahí es la pregunta correcta. A mí no me investigaron por abusos deshonestos, me investigaron por mi actividad política, por el Fortín Mapocho, y por cierto me investigaron todo, por impuestos internos y si hubiese aparecido la menor cosa lo habría utilizado la dictadura para destruirme, y ellos sí que investigaban. Y me llevaron varias veces a la cárcel y tuvieron que soltarme porque nunca encontraron el negro de la uña, en mi contra.
-¿Quiénes desearían hacer un montaje en su contra?
-Yo creo que esto fue un contubernio entre el sector político y el sector económico. Yo era molesto, era muy molesto para las multinacionales, era muy molesto políticamente ya que llevaba adelante esta larga lucha para rescatar la principal riqueza de este país y, por cierto, había llegado a ser programado precandidato para la presidencia de la República, y esto fue la gota que rebalsó el vaso, y dijeron bueno, mejor es deshacernos de esta persona. Pero son tales la cantidad de mentiras y engaños que hay.
Yo he mostrado unas pocas pruebas que son, probablemente ante la opinión pública, las más resaltantes, pero hay una cantidad de otras mentiras y engaños que tendría horas y horas para irlos relatando, que la mayor parte están dichas en el libro.
-En resumen, el poder político, que determinaba la política económica de los países hoy en día está supeditado al poder económico de intereses de privados ¿Eso es lo que está diciendo usted?
-Exactamente, ese es el resumen, un buen resumen en realidad. Nosotros estábamos acostumbrados a tener gobiernos al servicio de la gente, del hombre, de la familia. Y hoy día lo hemos cambiado y hemos colocado una sociedad al servicio del lucro. Hay que darse cuenta que el 80% de los chilenos gana menos de $350.000 mensuales, y si vamos más abajo, más fino, el 60% gana menos de $140.000 mensuales.
Este país está entre los siete países del mundo con la mayor injusticia social, dice que somos un país de elite, pero qué elite puede existir cuando la brecha entre los ricos y los pobres es de las más altas del mundo.
-¿Luego del libro se da por satisfecho?
-Tampoco me voy a quedar tranquilo, yo podría haberme quedado tranquilo y estar viviendo sin problemas, sin embargo he escrito un libro y además, con el abogado Roberto Celedón, estamos estudiando las querellas. Yo le pregunto: ¿Usted cree que una persona que sea culpable estaría haciendo todo lo que yo estoy haciendo para demostrar mi inocencia?
-¿Esto no va a quedar olvidado y va a seguir adelante hasta limpiar su nombre frente a la opinión publica y en lo jurídico también?
-Para mí esto ha sido extraordinariamente doloroso. Le quiero decir que no se lo doy ni a mi peor enemigo, es un dolor que incluso me destruyó, en un principio, hasta intelectualmente. No podía ni pensar, no podía leer una página de corrido, tenía que leerla tres veces para entenderla. Yo creo que pocos seres humanos han llegado a sufrir lo que yo he sufrido. He tenido atentados, he tenido muchas cosas en mi vida, pero nunca. ¡Nunca! me imaginé que se pudiera desatar tal perversidad, y yo creo que ni contra mi peor enemigo, porque le repito, hubiese preferido que me tiraran una bala antes que hubiesen destruido mi imagen pública.
LAS RAZONES PARA SACARLO DEL CAMINO
-Usted va a lanzar un libro donde cuenta su verdad respecto a los hechos por los cuales usted terminó siendo encarcelado. Hechos que usted mismo ha calificado de monstruosos ¿Qué estaba pasando en ese momento en la vida política de Chile como para que usted fuera objeto de un “montaje” de esas características?
-Cuando llegué como senador nuevamente, el año ’90, comencé a batallar por rescatar esta colosal riqueza que tiene Chile -el Cobre-, que le podría cambiar la vida a todos los chilenos. Y como no sentí que había una recepción clara en esta materia para dejar constancia histórica es que escribí varios libros. De los nueve libros que he escrito hasta la fecha, más el que viene, cinco son sobre el cobre.
Creamos el Movimiento por la Justicia y la Dignidad Nacional, que tenía dos objetivos, que aún son claves: El cambio de la Constitución para una minoría económica, por una para las grandes mayorías; y el cobre. Con eso comenzamos a presionar a las autoridades de la Concertación.
Llegó un momento en que conversé con el presidente del partido Demócrata Cristiano (DC) y le planteé con mucha fuerza la necesidad de realizar los cambios en Chile, cambios de verdad. Para eso se necesitaba un financiamiento, un financiamiento grande, y que el único elemento que podía proporcionar estos recursos era la minería y en especial el cobre.
Entonces, el presidente de la época, Adolfo Zaldívar, me dijo, ‘conversa con los presidentes de la Concertación y si ellos están de acuerdo, vamos a una reunión con el presidente Ricardo Lagos, y así fue.
Convencí a todos los presidentes de la Concertación y estuvimos en el mismo búnker que ocupabaPinochet con el presidente Lagos. Ahí me designaron como expositor y me tocó apretar a Lagos, y lo hice a fondo. No le quedó otra cosa que comprometerse a enviar un royalty, pero envió uno diferente al que nosotros le habíamos entregado. Yo había redactado un proyecto en que modificaba el Código de Minería, y éste fue aprobado antes de la Constitución del ’80, de manera que modificarlo requería simple mayoría.
-¿El ex presidente lo aceptó?
-La primera diablura de Ricardo Lagos fue no llevar adelante ese proyecto sino que presentó al Congreso uno que modificaba una Ley orgánica, para lo cual se necesitaban dos tercios de la Cámara de Diputados y los dos tercios del Senado.
Por cierto, tal como se lo dije a él, era un proyecto que estaba destinado al fracaso y fracasó. Después mandó un impuesto disfrazado de Royalty, que en definitiva le bajó los impuestos del 42%, que nunca han pagado, aunque cualquier Gobierno serio lo habría exigido. Se los rebajó al 35% y le colocó un impuesto disfrazado de Royalty del 4%. Si sumamos 35 y 4 son 39, o sea menos que 42, y lo que es más grave, les dio la invariabilidad tributaria, lo que hoy incluso a un gobierno de derecha le sirve de excusa para no poder tocar el cobre a fin de resolver los problemas que se han generado por el terremoto y el maremoto.
-¿Cuánta plata Chile está dejando perder por estos impuestos que no se le cobran a las grandes mineras?
-Cuando estábamos haciendo estos planteamientos el cobre estaba a 85 centavos de dólar y ya producía utilidades importantes, ahora que está sobre los 3 dólares la libra, las utilidades que han obtenido en los últimos cuatro años, estas empresas han sido de ¡20 mil millones de dólares cada año! Y este año, a raíz del terremoto, que creó un pánico internacional en las bolsas, ha subido. Las utilidades van a ser de 30 mil millones de dólares.
¿Qué pasaría si cinco empresas controlaran el 50% del presupuesto de Gran Bretaña y que no pagaran los impuestos debidos? Los ingleses ¿aceptarían que cinco empresas manejaran el equivalente al 50% del presupuesto de su nación? ¡Eso es lo que ocurre en Chile!
-Pero vayamos a lo que pasó con usted. Dice que esto era inaceptable estamos hablando de que pisó los callos no solamente de los intereses económicos sino también de políticos que estaban bajo estas influencias económicas.
-Bueno, se ha visto que Ricardo Lagos era totalmente contrario, al parecer por su amistad con Luksic… -y por cierto, yo creo que nadie duda que le hizo gran parte del financiamiento de la campaña, con los recursos mineros de este país-. El presidente estaba molesto, al punto de que en su oportunidad le dije yo ‘mira aquí están mis libros’, se los entregué cuando era candidato, y me respondió: ‘Mira Jorge, el cobre no está en mi agenda’.
¿Cómo un presidente de la República, cuando entonces el cobre de Codelco financiaba los cinco ministerios más importantes de este país -el Ministerio de Obras Públicas, el de Salud, de Educación y el de Vivienda, y el de Previsión Social- no lo iba a tener en su agenda? Eso fue lo primero que a mí me asombró.
-¿Y eso a qué condujo?
-En ese momento yo me di cuenta del tremendo poder que tenían las multinacionales en este país. Hay que darse cuenta que en estos gobiernos de la Concertación les hemos entregado todo, pedazo a pedazo este país… Ellos se han apoderado de gran parte del producto de este país, digamos un 80% no queda en Chile, para los chilenos. Esto es lo grave.
-¿Por qué piensa usted que se concretaron estos cambios en los gobiernos de la Concertación y no en dictadura para favorecer a las transnacionales?
-Yo diría que en tiempos de Pinochet, con los señores José Piñera y Büchi, se crearon las condiciones con la concesión plena para reprivatizar la nacionalización de Salvador Allende, pero las empresas no se atrevieron a invertir habiendo una dictadura en Chile.
Todas las inversiones se han realizado en los gobiernos de la Concertación. Y pasó que Codelco estaba manejando el 96% de la explotación del cobre chileno, a los 20 años pasados en que ha reducido su participación al 28%. El resto está a cargo de las multinacionales del cobre a cambio de nada, absolutamente nada.
Este es el poder que han desarrollado en este país las multinacionales. Nadie puede hablar con libertad con tal poder económico, estas empresas pueden comprarse la conciencia, la vida política de este país sin pestañear.
-¿Una sola persona puede revertir esta situación de la que nos está hablando?
-No. Eso lo entendí muy claro y por eso comencé a formar movimientos dando a conocer estos hechos ya que los partidos políticos que se decían de centro izquierda estaban con un concepto más derechista que la propia derecha. Ahora quedó claro que hasta las ideas de Sebastián Piñera son más progresistas que las de la Concertación. Formamos el Movimiento por la Justicia y la Dignidad Nacional, formamos el grupo Comité de la Defensa del Cobre, que hasta el día de hoy existe.
-¿Con quiénes formó estos movimientos?
-La mayor parte han sido economistas que me acompañaron, como Julián Alcayaga, Héctor Vega, Caputo, Riesco, Carlos Tomic, una cantidad de personas que tenían el conocimiento ideológico, también, para poder impulsar y dar a conocer a lo largo del país estas ideas
-Y si estaba usted junto a otras personas en esto ¿Por qué piensa que todos los dardos apuntaron a imposibilitar la acción suya y no la de los otros colaboradores?
-Hay un dicho que dice: Matando a la perra se acaba la leva, pensaron que liquidándome a mí se acababa. Asesinaron mi imagen pero no me lograron asesinar físicamente y si lo hubiesen hecho a lo mejor, lo pensaron bien, me habrían convertido en un mártir, y habría sido peor. Ya lo hicieron con otras personas en el mundo, como hizo la Barrick Gold con un primer ministro de Canadá lo sacaron por darle unas palmadas en el trasero a su secretaria.
-¿Usted sostiene entonces que en el caso suyo también está la Barrick Gold detrás?
-Yo creo que uno de los mas afectados fue la Barrick Gold con nuestro accionar.
El ex senador explica que hubo acciones que llevaron a que 12 senadores rechazaran la propuesta que daría jurisdicción a la transnacional minera para controlar una gran porción de la Cordillera, por encima de la soberanía de Chile y Argentina y que la Corte Constitucional habría aprobado el reclamo. Aunque el Tratado Minero con Argentina se firmó durante el Gobierno del presidente Frei Ruiz Tagle, se terminó de consolidar el año 2004, el mismo año en que Lavandero fue implicado en los casos de abuso de menores.
-¿Qué otras pruebas hay para pensar que era un montaje?
-La preparatoria del juicio tiene una cantidad de irregularidades. Por ejemplo, que me obligó la jueza -Georgina Gutiérrez- a pagar la indemnización antes de dictar sentencia. Es decir, ella sabía que me iba a condenar, puesto que me levantó los embargos -tenían bloqueadas sus cuentas y negocios- y me dijo en medio de la sesión: ‘Suspendo la sesión. Vaya a buscar la plata y pague aquí’.
-¿Estas irregularidades usted las denunció para ir a la Corte de Apelaciones?
-Bueno todo fue muy rápido, porque por ejemplo, incluso la jueza adelantó la sentencia, había dicho que la iba a dictar un martes, cuando renunció Balmaceda, y yo designé los nuevos abogados. Ella, increíblemente, adelantó la sentencia para que no llegaran los abogados a tiempo a oponerse al juicio abreviado y al acuerdo, y lograron llegar, lo adelantó para un sábado.
Hubo una apelación y por cierto ahí había un juez, es curioso también, en la Corte de Apelaciones, con la bulla mediática que se había realizado, se fueron de vacaciones o se enfermaron, y resulta que quedó un solo titular y entre los jueces sustitutos hubo uno que en el desafuero había dicho que yo era culpable y él no podía dar una opinión, debería haberse inhabilitado, pero sencillamente se mantuvo ahí como abogado integrante y se perdió 2 por 1, pero se rechazó el informe de Barudi, un psicólogo que contrató Armendáriz, a un costo enorme, que lo trajo desde España.
Hizo un informe psicológico sin haber interrogado nunca a los niños o a mí, lo hizo sobre un informe que habían elaborado y que Susana Pedrosa -psicóloga argentina que trabaja con las madres de la Plaza de Mayo- había señalado que tenía adulteraciones en las transcripciones y que los niños habían sido inducidos.
-Usted está hablando del fiscal Armendáriz ¿Qué tiene que ver él con la Corte de Apelaciones?
-Hay que conocer los intringulis del poder judicial, él había sido relator de la Corte Suprema antes de ser fiscal. ¿Por qué se inhabilitaron los jueces? Por la presión mediática que él desató. Al punto que cuando los periodistas fueron a interrogar al ministro de la corte, Chegnaux, sobre el caso Lavandero, él dijo: ¡Qué me preguntan a mí, si ustedes ya lo juzgaron! No puede haber una relación más directa entre Armendáriz y lo ocurrido. Lo que él desató ante la opinión pública, con elementos falsos, no probados, con testigos de contexto.
-¿Y el testimonio de Clara Szczaranski? ¿No era cercana a usted?
-Cuando aparece la Clara Szczaranski, que un mes antes me la había encontrado en el aeropuerto de Concepción, junto a Marcel Claude, y le planteé: ‘Clara, he estado luchando por el tema del cobre que se lo están robando y tú eres presidenta del Consejo de Defensa del Estado’. Y ella desvió la conversación y me respondió: Querido Jorge, tú me regalaste unos perritos y yo te estoy criando otro perrito en reemplazo.
Un mes después de estas palabras, ella fue a declarar en mi contra como testigo de contexto ante Armendáriz. ¿Alguien puede explicarse que el trato de ella sea cariñoso? Que me hubiese mandado varias cartas diciéndome, ¡Querido Jorge..!, o que me haya pedido: ‘Jorge, por qué no me compras una propiedad, que tengo un apuro de plata’, que yo se la compré y firmó el traspaso ella y su marido, el ex cura Hevia. ¿Cómo pudo decir que diez años antes yo había abusado de su hijo? ¿Cree que alguna madre que hayan abusado de su hijo iba a tratarme de querido Jorge, te estoy criando un perrito? No.
-¿Y llegó a la Corte Suprema con esto?
-Llegó a la Corte Suprema con toda la presión y todo el mundo sabe lo que ahí ocurrió… Se generó una concomitancia entre el sector político y el económico.
-Ha mencionado al ex presidente Lagos y el ex ministro Huenchumilla. ¿Usted afirma que ellos están implicados también dentro del montaje que se hizo?
-Usted tiene que darse cuenta que con todo lo que ha ocurrido era yo una persona muy molesta para Ricardo Lagos, y las ambiciones de Huenchumilla quedaron de manifiesto. Esta campaña comenzó con Huenchumilla en la primaria, él comenzó a tratar de destruir mi imagen por todos los medios, dijo que tenía empresas brujas, socio de la empresa constructora del Hospital, dijo que yo era maricón, que era un abusador, todas estas cosas se dijeron en esa campaña en la primaria, y tuve que hacer dos conferencias de prensa. Eso está más que probado y públicamente.
Por César Baeza Hidalgo
El Ciudadano
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