miércoles, 17 de octubre de 2012

Los impactos sobre la salud humana de los polvos de la mineria

Minero de Carbón Foto James Wiley. Canadá


La historia recoge desde sus albores que ciertas actividades laborales son lesivas para la salud. La intoxicación por metales pesados y otros compuestos químicos no están exentos de ellos. Hipócrates y Galenos enseñaban a sus alumnos que para hacer un mejor diagnóstico de las entidades clínicas debían preguntar siempre la profesión del paciente pues relacionaba ciertas enfermedades con determinados oficios.
En un principio el médico se dedica a investigar la actividad laboral con el fin de curar la enfermedad; es decir, recuperar al hombre. Posteriormente el médico empezó a penetrar en la fábrica para estudiar las condiciones que debía poseer un obrero, para que, colocado en determinado puesto de trabajo, aportara un mayor rendimiento. A menudo estos estudios no se realizaban en el lugar de trabajo, sino, lejos de él, del obrero y del taller (Desoille et all., 1987:1-3).
Las enfermedades causadas por la exposición a polvos minerales persisten en países tanto desarrollados como en desarrollo, a pesar de los considerables conocimientos de que se dispone acerca de los medios para prevenirlas. La prevención de estas enfermedades puede conseguirse mediante la aplicación de técnicas de ingeniería que limitan la exposición de los trabajadores a estas sustancias tóxicas. Esas tecnologías pueden complementarse con estrategias administrativas así como con el uso de equipos de protección personal. En una distribución óptima de los recursos de salud se insistirá en la prevención primaria mediante el control de la exposición. La detección y la vigilancia médicas son estrategias secundarias que, no obstante, forman parte integral de los programas de prevención de enfermedades.
La exposición a polvos minerales puede darse en diversas circunstancias. Están expuestos los trabajadores que intervienen en la extracción de minerales, su purificación o su uso, así como en canteras, en la construcción de túneles y albañilería. El contexto social en el que se produce la exposición a polvos minerales también es variado. Todo programa de detección y vigilancia para los trabajadores expuestos a polvos minerales debe tener presente el entorno físico además del contexto jurídico y económico general en el que se ejecuta.
Entre las afecciones que se presentan en los trabajadores expuestos a estas sustancias tóxicas, las más frecuentes suelen ser las del aparato respiratorio, que incluye neumoconiosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis industrial y cáncer del pulmón desencadenante de incapacidad laboral temporal o permanente
Entre las afecciones que se presentan en los trabajadores expuestos a estas sustancias tóxicas, las más frecuentes suelen ser las del aparato respiratorio, que incluye neumoconiosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis industrial y cáncer del pulmón desencadenante de incapacidad laboral temporal o permanente, sobre todo en aquellos que se encuentran expuestos a diferentes polvos minerales. Junto a estos agentes donde se desarrolla el proceso de producción de bienes materiales, se hayan los factores de riesgos individuales relacionados con la vida laboral o la conducta de los trabajadores llamados por algunos autores: factores conductuales negativos.
La sílice (dióxido de silicio, formas cristalinas), debido a su poder patógeno y a su abundancia en la corteza terrestre, es el principal protagonista en la mayoría de las neumoconiosis, cuando no el único. De ahí que con frecuencia el término de silicosis se use para denominar cualquier neumoconiosis. No obstante, hay otros tipos de polvos capaces de producir neumoconiosis independientemente de la sílice, como es el caso de los polvos minerales.
Estas enfermedades respiratorias producidas por polvos minerales, constituyen una importante causa de morbilidad y mortalidad, en la mayoría de las ocasiones evolucionan hacia la cronicidad, son incapacitantes y cuando no se hace un diagnóstico oportuno, se convierten en una fuente de años de vida potencialmente perdidos por mortalidad prematura.
La minería es una actividad particularmente agresiva para el medio ambiente, sus impactos sobre la naturaleza y el hombre son visibles en todas las etapas de su desarrollo.




Neumoconiosis :es "la acumulación de polvo en los pulmones y las reacciones del tejido en presencia de este polvo", estas se producen por contaminación del medio ambiente y del sitio de trabajo (Maldonado & Méndez, 1999).
En la actualidad es un problema importante de salud entre los trabajadores y en la comunidad. Es bien conocido que la relación entre la exposición a los polvos minerales y los efectos sobre la salud que produce dependen de la dosis acumulada, es decir, de la concentración del polvo en el aire y de la duración de la exposición y también del tiempo de permanencia de este polvo en los pulmones. Así mismo se sabe que existe un periodo de latencia entre el inicio de la exposición y el comienzo de las manifestaciones clínicas que puede ser más o menos largo dependiendo del tipo de neumoconiosis.
El diagnóstico se puede hacer temprano con base en los antecedentes de exposición, los datos radiográficos y las alteraciones funcionales, y es evidente tardíamente con los síntomas y signos de las complicaciones. Dos de las complicaciones frecuentes son la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, que generalmente coinciden en el mismo trabajador.



  Silicosis
Silicosis en un minero de 52 años
Silicosis es la neumoconiosis producida por sílice, o sea por la acumulación de sílice y silicatos (excepto el asbesto, silicato fibroso).
Los contaminantes del medio ambiente y del sitio de trabajo que producen silicosis se presentan en forma de polvo fundamentalmente los de origen mineral.
Si se considera el promedio de la composición química de la corteza de la tierra, resulta que el 98,6 % está constituido por sílice y silicatos y solo el 1.4% restante, por otros elementos.
La silicosis se origina porque se inhalan partículas de sílice, de silicatos, o de mezclas de estos, naturales o artificiales, sobre todo porque es difícil en la práctica utilizar sílice o silicatos puros, casi siempre están entremezclados. Las fuentes son el lugar o los lugares en el sitio de trabajo, de donde provienen él o los contaminantes.
Las partículas de sílice y silicatos de los polvos se producen en la extracción de minerales o materiales " mineralizados" (fosilizados), en su transporte dentro de un país o de un país a otro por vía terrestre, fluvial, marítima o aérea; el procesamiento o sea la modificación fisicoquímica de los mismos (al quebrantar, triturar, desmenuzar, moler, pulverizar y manejar estos materiales, calcinarlos o someterlos a sustancias químicas para modificarlos), y finalmente, el uso, al emplearlos en la industria. Las industrias que utilizan minerales o materiales "mineralizados" (fosilizados), son de dos clases principales, de extracción y de transformación.
Las industrias de extracción son las minas, de superficie o subterráneas (de poca, mediana o mucha profundidad), de minerales ferrosos y no ferrosos, y dentro de estos últimos las minas de metales preciosos (sobre todo de oro y plata), las minas de arena (grava, confitillo, etc), las explotaciones canteras.
Como el organismo humano carece de caminos metabólicos para disponer de las partículas sólidas, de minerales o materiales "mineralizados" (fosilizados), de los polvos, y porque la solubilidad de éstas para formar los diversos ácidos silícicos es muy reducida y a plazo muy largo, tiene que retenerlas en los sitios a los que llegan al inhalarse. Además, las partículas de sílice y silicatos no pueden ser totalmente eliminadas y ni siquiera contenidas, continúan siendo movilizadas de donde estaban relativamente fijas en el pulmón y en los ganglios linfáticos traqueobronquiales.
Las partículas pueden inhalarse en corto o largo tiempo, en escasa, mediana, grande o enorme cantidad, de ínfimo tamaño (< 1µm), de tamaño muy pequeño (de 1 a 3µm), de tamaño mediano (alrededor de 5 µm) o de gran tamaño (10 µm o más), de densidad y propiedades aerodinámicas variables, y con predominio de sílice o de silicatos.
Las partículas de gran tamaño se quedan en el filtro que constituyen las vías respiratorias superiores (en brisas, cornetes y nasofaringe), las medianas son las que producen habitualmente la neumoconiosis por sílice y silicatos, las muy pequeñas y numerosas producen un tipo especial de patología pulmonar (la fibrosis pulmonar intersticial y la llamada silicosis aguda), y las ínfimas entran en la inspiración y salen en la espiración, sin retenerse, y constituyen el llamado polvo "respirable".
El resultado final depende, además de otras condiciones del ambiente del sitio de trabajo en el que se produce la exposición; por ejemplo, las de la humedad del aire que entra en la composición del aerosol que se inhala y de la resistencia (o susceptibilidad) del trabajador al desarrollo de la enfermedad.

 Cáncer del pulmón
El cáncer del pulmón debido a la exposición a la sílice está siendo objeto de intensas investigaciones científicas. El centro internacional de investigaciones sobre el cáncer (CIIC) ha determinado que la sílice cristalina es un posible cancerígeno pulmonar para el ser humano. (CIIC, 1987) y, en respuesta a esa posibilidad, el Instituto Nacional de salud y Seguridad ocupacional de los Estados Unidos ha recomendado que se le dé mayor protección posible contra la exposición a la sílice. Algunos investigadores sugieren que la silicosis y no la exposición a la sílice es el factor de riesgo más importante para el cáncer. En cualquier caso, al igual que con el cáncer del pulmón por exposición al asbesto, no hay indicios por el momento de que los cánceres del pulmón asociados al polvo de sílice difieran de otros cánceres del pulmón. No se han encontrado métodos eficaces de diagnóstico precoz que lleven a una intervención fructífera. Puesto que la exposición al polvo de sílice está extendida y el cáncer del pulmón es común, incluso, una pequeña diferencia en el riesgo relativo de cáncer del pulmón derivada de la exposición al polvo de sílice podría entrañar un número considerable de casos de cáncer del pulmón de origen ocupacional.
El níquel y el cromo están catalogados como metales con efectos cancerígenos, en el caso del níquel esta demostrado su poder para inducir cáncer de pulmón y de senos perinasales (Rodríguez, 1991).
  Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
Una gran parte de los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) no se encuentra diagnosticado y por lo tanto no recibe el tratamiento necesario para evitar la agudización de la patología. Un aspecto fundamental para mantener la calidad de vida.
Es cada vez mayor la evidencia de que la inhalación de polvo mineral en el medio laboral es un factor de riesgo de EPOC.
La bronquitis y la limitación del paso del aire también aparecen con más frecuencia en los trabajadores expuestos a la sílice que en la población general, y al aparecer su riesgo depende de la exposición total a los contaminantes del aire en el lugar del trabajo. En general, esas afecciones son una importante causa de morbilidad y pueden provocar mortalidad prematura. La intervención precoz mediante el control o la interrupción de las exposiciones nocivas (por ejemplo, al polvo o al humo del tabaco), puede dar lugar a una inversión de los síntomas de bronquitis y presuntamente disminuir también el ritmo de progresión de la limitación del flujo aéreo.
La irritación crónica que producen las partículas de los polvos minerales son causantes de bronquitis industrial que complica a las neumoconiosis e interviene en la producción de bronquitis crónica con el tiempo.
Junto al asma, ésta es la patología más frecuente en pacientes con problemas respiratorios. Los expertos apuntan como causa de la dejadez para acudir al especialista los síntomas de la EPOC que suele confundirse con catarros o sus efectos se atribuyen al tabaco.
  Bronquitis Industrial
Es una enfermedad de las vías respiratorias por contaminantes e irritantes en el sitio de trabajo. Se ha confirmado que la mayoría de los pacientes presentan bronquitis, pero algunos presentan además bronquiolitis, alveolitis o neumonitis y como secuela fibrosis peribronquial o parenquimatosas.
Para prevenir la bronquitis industrial, lo ideal seria eliminar por completo los contaminantes irritantes del medio laboral. Sin embargo, como esto no es posible hay que recurrir a diversas medidas para la protección del trabajador.




  Infección respiratoria por Micobacterias
 
La micosis pulmonar más frecuente en infectados VIH de nuestro medio y que puede dar imágenes similares a las de la tuberculosis es la histoplasmosis
 
El riesgo de tuberculosis es mayor en los trabajadores con silicosis que en la población general. Es incluso probable, que la tuberculosis sea más común en los trabajadores expuestos a la sílice pero que no padecen de silicosis que en la población general. El riesgo de tuberculosis aumenta significativamente en los trabajadores expuestos a la sílice cuando los índices generales de tuberculosis son elevados. La tuberculosis puede ser importante causa de morbilidad y mortalidad, especialmente si pasa inadvertida o queda sin tratamiento. (Becklake, 1989)
En lo que se refiere a complicación tuberculosa, se considera que el trabajador en el que evoluciona una neumoconiosis pero que ya tuvo la primoinfección tuberculosa y ésta ya estaba aparentemente curada, al desarrollarse las alteraciones pulmonares que produce la inhalación continuada de las partículas del polvo o de los polvos, esto favorece la reinfección con las micobacterias (Mycobacterium tuberculosis u otras), que permanecieron latente en las "cicatrices".
Recientemente ha sido revisada la relación entre exposición a sílice, otros polvos minerales, silicosis y tuberculosis resaltándose que en la silicosis crónica, la incidencia de tuberculosis pulmonar y extrapulmonar es tres veces superior que en grupo de trabajo similar con exposición a sílice pero sin silicosis y algunos estudios encuentran exceso de tuberculosis en expuestos a sílice sin silicosis que en la población general (Cuervo et all., 2001).
  Asma Ocupacional
El asma ocupacional es un estrechamiento variable de las vías respiratorias relacionado de manera causal con la exposición en el ambiente de trabajo a polvos, gases, vapores, humos contenidos en el aire o como enfermedad caracterizada por limitación variable al flujo de aire, con hiperreactividad bronquial o sin ella, por causas y trastornos atribuibles a un ambiente ocupacional particular y no a los estímulos encontrados fuera del sitio de trabajo (Miyares et all., 1991).
En 1980 se conocían ya más de 200 agentes capaces de provocar asma en el medio laboral. Está descrito el papel que juegan ciertos polvos de origen mineral en la génesis de esta enfermedad dentro de los cuales se encuentran el níquel, cobalto, cromo, vanadio, aluminio.

  Efectos del cobalto
El cobalto está reconocido como uno de los metales duros que producen fibrosis pulmonar difusa y en ocasiones enfermedad aguda. El cobalto produce neumonitis de células gigantes con una lesión característica, las células gigantes multinucleadas "canibalistas" (Cuervo et all., 2001).
El compuesto más tóxico es el monóxido de cobalto. Afecta los sistemas cardiovascular, respiratorio, digestivo, hematológico y endocrino.
La inhalación de cobalto y sus compuestos produce irritación de las vías respiratorias superiores, tiene efecto cancerígeno y se ha demostrado por estudios experimentales su capacidad de producir inmunotoxicidad y embriotoxicidad. (Izmerov, 1986)
  Siderosis
La inhalación de hierro puede dar lugar a una neumoconiosis caracterizada por un patrón ondulación densa a los Rx que incluso puede desaparecer con el tiempo. Cuando se inhala sílice se produce conjuntamente una neumoconiosis de polvo mixto (Siderosilicosis). (Cuervo et all., 2001)




  


No hay comentarios:

Publicar un comentario